lunes, 14 de marzo de 2011

PERRERAS: Sentencia de Muerte

La mayoría de las perreras españolas son perfectas antesalas de la muerte, y en este caso la muerte puede ser una bendición para los animales, perros y gatos, que en ellas languidecen enfermos, mal nutridos y siempre sin esperanza de un futuro mejor.

Muchas, por no decir todas, las historias de estos animales suelen ser espeluznantes, los malos tratos de dueños desalmados y posterior abandono a su suerte por calles o campos, la aparición de los coches de la perrera, su reclusión en jaulas que parecen mazmorras de la Edad Media por lo insalubres e inhumanas, la espera inútil de un alma caritativa que les adopte, elección difícil ya que casi siempre su mala salud es un obstáculo, y, finalmente la muerte, pero no una muerte piadosa sino a lo bestia, y que me perdonen las bestias por la comparación.

En casa tenemos una perrita rescatada in extremis cuando ya la iban a sacrificar en una perrera. La tuvieron tres días sin comer, drogada, y si se salvó fue gracias a los buenos oficios de una red nacional de salvamento de animales. Hoy Susa es un perro feliz que parece haber superado el trauma de abandono y trato cruel al que fue sometida en una determinada perrera que lo único que quería era sacarse a los animales de encima cuanto antes mejor y así cobrar limpiamente la subvención. Susa llegó en los huesos y hambrienta, hoy ya no se le ven las costillas, come siempre que lo desea y ha recobrado el buen humor, aunque en ocasiones, al principio de tenerla, solía caer en crisis de melancolía, ya superadas afortunadamente.

Sin embargo Susa ha tenido suerte, mucha suerte, cosa que no podemos decir de muchos de sus congéneres.

Las historias que se cuentan de esas pobres víctimas de las perreras, centros que debían hacer caer la cara de vergüenza a quienes los regentan, son verdaderas historias para no dormir; como los perros están revueltos las hembras quedan preñadas constantemente, hay perras primerizas que dan a luz y que no saben como atender a su prole y de cuyos cachorros, esta es una de tantas historias, se ocupa una perra vieja, con un tumor enorme en el vientre, que ya tiene experiencia en camadas, cachorros que son mezclados con perros adultos que acaban por matarlos a dentelladas, no por maldad sino por la locura que engendra la desesperación, perros confinados en el espacio empequeñecido de unas jaulas superpobladas, que se ven obligados a echarse sobre sus propios excrementos y orines, perros cuya única medicación en caso de enfermedad es el sacrificio porque a nadie importan, y además, repito, de manera sádica.

Si alguno de los que lean estas líneas ha tenido ocasión de ver fotografías de perros en perrera, o gatos, podrá apreciar la mirada de infinita tristeza que traslucen sus ojos, y captar en su expresión corporal la profunda depresión que les invade, porque los animales sufren y padecen igual que las personas y es digno de estudio observar en su aspecto derrotado la misma desesperanza que pueden ofrecer los humanos en casos extremos de éxodos forzosos por mar o tierra en busca de una vida mejor; todos somos iguales aunque muchos no se lo crean, porque la injusticia es patrimonio universal.

En España existe una perrera que está en lo más alto del top ten de las perreras patrias en lo que a mal trato animal se refiere, se trata de LOS BARRIOS de Cádiz. Las condiciones en que tiene a sus animales recogidos es sencillamente denigrante y clama al cielo. Más arriba hemos ofrecido un botón de muestra y ahora lo redondeamos con este testimonio cogido de la misma fuente en Internet, como el anterior, Foro Los Barrios, 1.11.2007:

“Hola a todos y todas, os escribo porque supongo que habréis estado al tanto de los sucesos acontecidos en la perrera de Puerto Real (maltrato animal, perros y gatos que mueren de hambre, gatos arrojados al fuego aún vivos...) Nos hemos enterado que la perrera de los Barrios pertenece al mismo dueño y se realizan las mismas ‘actividades’..."

Luego está la perrera de Barcelona, otro ejemplo de cómo no han de hacerse las cosas. El Centre d’Acollida d’Animals de Companyia (Centro de Acogida de Animales de Compañía), ya ha denunciado el precario estado de las anticuadas instalaciones municipales, estos voluntarios denuncian también que la salud mental y física de perros y gatos empeora a cada día que pasa y es seguro que cuando llegue el invierno muchos morirán de frío o enfermarán. El Ayuntamiento prevé mejoras pero la nueva perrera no estará lista antes del 2013.

El asunto de las perreras podría tener arreglo si la autoridad competente se tomara la molestia de supervisarlas una vez al mes, y que no digan que por la crisis no hay dinero para ocuparse de ellas porque hace 10 años, 9 años o 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, no había crisis, y si aún hoy, en tiempos de crisis, hay gentes que presuntamente se siguen llenando el bolsillo con dinero destinado a esas cosas (LOS BARRIOS reciben una subvención de 24.000 euros), ¿no puede conseguirse con este dinero unas perreras decentes en las que los animales no entren como los condenados en el corredor de la muerte?

Sé que muchos argüirán que hay personas que malviven y que lo pasan muy mal, pero las personas pueden protestar y denunciar, los animales no. Ningún razonamiento debe justificar el maltrato animal.

Los animales no son juguetes, no se han de comprar en Navidad para abandonarlos en vacaciones, los dueños han de ser responsables, y si no te gustan los animales no te compres uno porque su raza esté de moda, es lo mejor que podrás hacer. Otra cosa, no se trata de adquirir un perro lindo y precioso, o un gato, para presumir; todos los perros y los gatos son hermosos si se les mira con afecto.

Y no quisiera concluir este artículo sin hacer mención de esas redes solidarias de voluntari@s desinteresados, gracias a las cuales muchos perros y gatos pueden ser rescatados de una infausta suerte y encontrar amos responsables y cariñosos, por eso quiero contaros la historia de Diego, o Dieguito, un pobre perro ya mayor, que después de conocer toda una existencia de esclavitud atado en el campo bajo el sol o la lluvia (aún muestra señales de cuerda en el cuello y las patas) quedó ciego por causa de los rayos solares, bebiendo agua en mal estado contrajo la Filaria, y abandonado a su suerte finalmente, fue atacado por otros perros que le arrancaron media oreja, y, lo que es peor, cayó en manos de la perrera LOS BARRIOS de Cádiz de la que únicamente podía salir in artículo mortis, pero la red solidaria entró en acción y fue salvado. Actualmente aunque ciego es feliz porque tiene una dueña bondadosa que le ha curado de su enfermedad y le trata con el cariño que se merece. Dieguito, cieguito, no verá nunca más ya que su ceguera es irreversible, pero ahora conoce un verdadero hogar.

Si queréis saber más sobre muchas historias parecidas os sugiero que visitéis esta página: http://www.perrosadoptar.es.tl

Y una última sugerencia, si amáis a los animales no los compréis, id a las perreras y adoptad uno, habréis conseguido al mejor de los amigos y realizado una buena obra.

PERRERAS: SENTENCIA DE MUERTE Copyright 2009 Estrella Cardona Gamio